diciembre 5, 2024
  • Son los vertebrados más amenazados

Cd. de México (agencias).- En este Día Mundial de las Tortugas 2022, los números son desoladores. De las 356 especies modernas de tortugas terrestres y marinas, el 61% están en peligro de extinción o ya han desaparecido. Según los expertos, son las especies de vertebrados que tienen menos perspectivas de sobrevivir. Incluso menos que los anfibios, que se consideran más vulnerables.

Y no puede responsabilizarse de ello nada más que a las acciones de los seres humanos. Desde sus antepasados más remotos han participado en la eliminación de las tortugas. Han deforestado, fragmentado y destruido sus hábitats, las han cazado hasta la extinción y han contaminado sus entornos.

Lo trágico es que su modelo evolutivo les permitió sobrevivir al cataclismo que acabó con los reptiles gigantes, los dinosaurios. Pero la llegada de los homínidos marcó el comienzo de su declive. Ya hace más de 2 millones y medio de años en África se recurría a las tortugas para alimentarse. De hecho, desde el comienzo del Pleistoceno (cuando surgió el género Homo), desaparecieron 69 de las 121 especies originales.

Hoy en día, las amenazas para la supervivencia de las tortugas son cada vez más numerosas. Miles de tortugas marinas mueren por culpa de nuestros desechos plásticos y tóxicos. Otras quedan atrapadas en las redes y se ahogan. Y a pesar de que teóricamente la gran mayoría está clasificada como especie protegida, a muchas aún se las caza para traficar ilegalmente con ellas. ¿Qué es la caza furtiva?

El calentamiento global tampoco ayuda mucho, puesto que las condiciones ambientales son muy importantes para las tortugas. Esto influye decisivamente en la determinación sexual de algunas especies. Ello implica que los cambios de temperatura y clima en general pueden alterar sus patrones reproductivos. Y las que sobreviven a todo esto, aún deben enfrentarse a la pérdida o deterioro de sus hábitats.

—El invalorable rol de las tortugas

Hay especies de tortugas que son omnívoras, pero también las hay especializadas, tanto carnívoras como herbívoras. Por tanto, participan en las cadenas alimentarias casi a todo nivel. En su conjunto, son capaces de influir en otros organismos vivos y de estructurar los hábitats. También son parte de la dieta de algunos predadores, como los cocodrilos y algunos grandes felinos.

Por otra parte, hay ciertas tortugas que son parte de los ciclos reproductivos de las plantas. Y lo hacen dispersando las semillas de los vegetales que comen. Los expertos aseguran que hay casos de especialización en los que ciertas plantas dependen de las tortugas para seguir subsistiendo. Por lo que, si faltara una, también se extinguirá la otra.

Algunas tortugas consumen carbonato de calcio o fósforo, especialmente durante la época de anidación. Los restos concentrados en las cáscaras de sus huevos o sus huesos, podrán ser empleados por plantas y animales que necesiten estos minerales.

Y gracias a sus habilidades para concentrar elementos también constituyen unos excelentes indicadores de contaminación. Lo triste es que para comprobar este rango se investiga a los ejemplares que mueren intoxicados por mercurio, otros compuestos tóxicos e incluso por radiactividad presente en el medio acuático.

Con información de Ecoticias