mayo 6, 2024

Kabul, Afganistán (agencias).- Decenas de afganas fueron bloqueadas en el aeropuerto de Kabul este jueves, cuando se dirigían a Emiratos Árabes Unidos, donde habían conseguido una beca de estudios.

Laila es una de la treintena de mujeres apadrinadas por el conocido empresario Jalaf Ahmad Al Habtoor, que iba a financiar sus estudios en el País del Golfo.

—Talibanes frenan a afganas que buscaban estudiar en el extranjero

Lalia explicó que unos hombres en uniforme les impidieron el paso en la puerta de embarque, indicando que habían recibido la orden de impedir que los ciudadanos con un visado de estudiante se fueran del País.

Desde la vuelta al poder de los talibanes en agosto de 2021, las jóvenes ya no están autorizadas para ir a las escuelas secundarias ni a la universidad.

“Nuestra única esperanza era poder ir al extranjero”, declaró Laila, de 22 años, que iba a empezar una licenciatura en derecho.

Jalaf Ahmad Al Habtoor explicó que cerca de cien mujeres recibieron becas en colaboración con la universidad de Dubaï y que el personal del grupo Al Habtoor, que fundó y preside, trabajó durante meses para asegurarse que todo estaba listo para su llegada.

“Las autoridades afganas impidieron su partida, sin ninguna justificación, reduciendo injustamente su libertad… Le pido a todas las partes afectadas que intervengan rápidamente para asistir y ayudar a estas estudiantes en dificultad”, pidió Jalaf Ahmad Al Habtoor.

El hombre de negocios añadió que “tienen derecho a estudiar, tienen derecho de hacer todo lo que los hombres hacen y no se debe hacer ninguna excepción sobre esto”.

“Lo que hicieron es retenerlas como prisioneras para impedir que otras personas las ayuden a estudiar”, se indignó Heather Barr, codirectora de la división de Derechos de la Mujeres la organización Human Rights Watch, denunciando “una etapa preocupante”.

Durante los dos años que siguieron su toma de poder, las autoridades talibanas impusieron leyes que plasman su interpretación estricta del Islam y en la que las mujeres se llevan la peor parte de lo que Naciones Unidas califica de “apartheid de los géneros”.

Las mujeres afganas ya no pueden continuar sus estudios después de primaria, trabajar en oenegés y fueron excluidas de la mayoría de los puestos de funcionarios. Tampoco pueden ir a parques o a los gimnasios y tienen que llevar el velo integral cuando salen de su casa.

“Es muy difícil imaginar cuál será mi futuro sin educación”, subrayó Laila, que permaneció durante horas en el aeropuerto junto a las otras estudiantes, a la espera de una respuesta o de una solución.

Con información y foto de AFP