diciembre 11, 2024

Cd. de México (agencias).- Como ya lo es bien sabido por todos, la crisis del coronavirus ha causado una disrupción significativa y sin precedentes en las organizaciones, la economía, la fuerza laboral y la vida de todos.

En este sentido, los empleados han tenido que adaptarse a nuevas formas de trabajo, mientras buscan balancearlo con las múltiples responsabilidades familiares que el encierro y aislamiento originan: clases en casa, cuidado de enfermos, trabajo a deshoras, etc.

Esto ha generado un desgaste profesional y sobrecargas laborales en los colaboradores, así como una serie de padecimientos a nivel emocional como angustia, depresión, irritabilidad, insomnio, sentimiento de agotamiento, fracaso e impotencia, por mencionar algunos.

Si te has sentido así, es probable que estés padeciendo de estrés laboral crónico, mejor conocido como burnout. Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció el burnout como una enfermedad ocupacional asociada al agotamiento mental, emocional y físico causado por el trabajo que, sin duda, se ha venido a agudizar durante esta pandemia.

De hecho, la Norma Oficial Mexicana NOM 035 busca ser una aliada estratégica en la prevención de este padecimiento, sin embargo, a pesar de que las empresas estarán obligadas a tener una estrategia que fomente entornos laborales positivos, muy pocas están obteniendo retroalimentación de su gente para entender cómo esta crisis los está afectando.

Antes de la pandemia, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), nos indicaba que México ocupaba el primer lugar a nivel mundial en esta enfermedad de reciente clasificación, con estimaciones de un 75% de trabajadores que padecen estrés laboral, superando a quienes laboran en China (73%) o Estados Unidos (59%).

Y es que debemos entender que este tema tiene un impacto significativo en la productividad de las personas, generando ausentismo y en casos extremos, rotación de personal. Por ello, los líderes deben estar atentos del sentir de su equipo de trabajo y cuando hablo del sentir, debe ser de una manera profunda que vaya más allá de la simple pregunta “¿cómo estás?”. Comprender que el empleado no va a abrirse fácilmente por miedo a ser despedido, a sentirse incompetente o simple y llanamente, porque no identifica qué tipo de ayuda necesita.

Generalmente, los líderes y las corporaciones piensan que este es un tema que el colaborador debe resolver por sí mismo y estamos en un error. Debemos romper esas barreras e identificar de manera temprana aquellos casos en donde la gente está evidenciando que necesita ayuda.

Estos son los momentos que definen la carrera y la vida de un subalterno, donde la presión por lograr este balance personal/trabajo está impactando su salud física y mental, provocando un aislamiento social y un estrés financiero.

En este sentido, la responsabilidad de generar el bienestar emocional está del lado de la compañía, es ella quien debe crear estrategias que ayuden a mejorar. De acuerdo con estudios realizados por la Universidad de Berkeley, las principales razones del burnout son:

  • Trato injusto en el trabajo
  • Carga de trabajo inmanejable
  • Falta de claridad en el rol
  • Falta de comunicación y soporte de los líderes
  • Presión de tiempo sin razón

Existe también una percepción de que solamente los colaboradores son los que sufren de burnout, pero es muy probable que, si tú eres un líder en tu empresa o negocio, también lo padezcas y si no lo asumes, lo que vas a llevar de cara a tus empleados probablemente no sea tu mejor versión. Por ello, desde tu rol, analiza cómo te encuentras y piensa en estrategias que ayuden a ti y a tu equipo a superar los retos actuales.

Como respondas tendrá un impacto duradero en el comportamiento del trabajador, su compromiso y productividad. Por ello, el camino más fácil que recomiendo es practicar el siguiente roadmap que te ayudará a facilitar el trabajo para todos:

  • Re-examina el balance y la flexibilidad, entendiendo esto como trabajar sobre el objetivo. Empieza a priorizar, en este momento no todo es importante —menos, es más–.
  • Energiza la fuerza laboral, motívalos a través de proyectos y comunicaciones.
  • Entiende y enfrenta las emociones, las tuyas y las de tu gente.
  • Abre espacios a nuevas ideas, esto liberará a los empleados para poder decir cómo pudieran las cosas funcionar diferente.
  • Crea un nuevo contrato social, redefine horarios de trabajo productivos que ayuden a tu equipo a sobrellevar estos tiempos turbulentos.

Con información de Dinero en Imagen | Foto: Pixabay.